lunes, 14 de mayo de 2012

Planta herbácea cultivada en pleno campo por sus propiedades medicinales. Su interés radica en las semillas que son ricas en albúminas, sustancias mucilagosas, compuestos esteroideos entre ellos, la fenogrequina que es un ester peptídico de una saponina esteroidea. Este componente tiene propiedades inotrópicas positivas, hipoglucemiantes, diuréticas y antihipertensivas. También contiene diosgenina, precursora de la producción de derivados semisintéticos esteroideos. Contiene además un alcaloide tóxico, la trigonelina y una pequeña cantidad de un aceite esencial maloliente. Aceite que se elimina tostando la harina un poco.

USOS COMPROBADOS


Sus semillas reducidas a polvo sirven para cataplasmas resolutivas, al ser aplicada a los forúnculos.
Combate eficazmente la anemia, hace ceder el dolor de garganta, las inflamaciones intestinales y las deficiencias linfáticas.
Sirve como remedio para las quemaduras.
Por el alto grado de proteínas que contiene, se hace con ella un poderoso reconstituyente para rehacer organismos debilitados, pues devuelve el apetito y aumenta los glóbulos rojos. Para este tratamiento se fabrica una masa con harina de fenogreco, aceite de oliva y miel de abejas que acompañan al tomarla con leche caliente.

Con las semillas trituradas se fabrica una jalea que, utilizada en baños de asiento o en compresas, sana las almorranas y las grietas de labios y pezones.
También se usa para curar las costras de la cabeza, eliminar la caspa y limpiar los cabellos.
Mezclada con vinagre, cura llagas y apostemas de diverso tipo.
También pueden lavarse los ojos escocidos y lagrimosos y remediar los males de la vista.
El fenogreco se utiliza también para curar la impotencia del hombre o aumentar su potencia viril.
Para ello se deben tomar tres tazas por día, en ayunas, antes del almuerzo y antes de la cena, de un cocimiento de seis cucharadas de semillas de esta planta en una botella de agua.
Para hacer madurar granos, flemones, o limpiar heridas, se mezclan la harina de fenogreco con una yema de huevo, y esta pasta se unta a la parte enferma directamente.
Para la gripe, enfermedades de la garganta, difteria, llagas y ulceraciones de la boca es excelente una infusión de fenogreco.
Para la úlcera de estómago, es bueno el cocimiento de esta planta con miel de abejas.
Para la gota, una cataplasma caliente de harina de fenogreco con miel de abejas, es muy efectivo.
Para preparar la cataplasma del polvo de las semillas de esta planta, de un olor característico, se hace de él una mazamorra en agua, la que se pone al calor del fuego por dos o tres minutos, revolviendo hasta que adquiera la consistencia de una pomada. En lugar de agua natural para disolver el fenogreco, puede emplearse un poco de vinagre con lo que aumenta la eficacia de la cataplasma. Con este admirable remedio se curan tumores, llagas tuberculosas, postemas cancerosas y gangrenosas.
Es también excelente gargarismo para irritaciones y ardores de la garganta, para lo cual basta disolver una cucharada pequeña de polvo en una taza de agua. Al hervir este gargarismo se le puede añadir un poco de miel de abejas, con lo que aumenta su eficacia.
El fenogreco constituye un analgésico suave, especialmente en aplicaciones sobre las mucosas y tejidos blandos.
Se utiliza en el agua del baño como emoliente para pieles delicadas.
Y sus principios activos la convierten en un excelente recurso para disminuir el colesterol malo.
Sus propiedades hipoglucemiantes resultan inapreciables para combatir la diabetes y en otros casos de hiperglucemia.